Estás viendo la versión antigua de "Globos de Diálogo". Su nueva dirección es

www.globosdedialogo.posterous.com

viernes, 14 de mayo de 2010

Edmond Baudoin dixit.



ENSUCIAR v.t -Fig.Tornar impuro: los (libros) "ilustrados" ensucian la imaginación de los niños.


"No me gusta mucho el mote "banda dibujada" para definir el matrimonio entre dibujo y escritura.
Me gusta menos aún la contracción "BD", que me lleva a pensar irresistiblemente en "Banda para Débiles".
La historieta tiene problemas de reconocimiento. Tiempo atrás, la enseñanza nacional la consideraba poco menos que una "corrupción de menores", algo que distraía a los menores de acercarse a los "verdaderos libros". No entiendo porqué por ejemplo se le dice "album" a un libro de historietas.
La mayoría de los periodistas, hombres de letras, no estarán muy de acuerdo con esta idea. No les atrae reseñar historietas, y cuando hablan de una mala película, la describen como "una buena historieta".
Raros son los hombres y mujeres de letras que en un entrevista osan decir "me gusta la historieta", y menos que menos admitir "soy fanático de tal tira cómica". A pesar de esto, y como todo el mundo, tienen un pila de historietas junto al retrete.
Sé escribir un poco, sé dibujar un poco, y por eso adoro el trabajo de alquimista que consiste en intentar unir los dos lenguajes.
De los dos, es el dibujo el que hace más tiempo que utilizo. A pesar de ello, es el que más problemas me presenta.
La escritura es siempre abstracta. Todo es descripción, aún en aquellos grandes espacios que nosotros completamos con nuestra cultura, con nuestra imaginación, como dice el Petit Larousse.
El dibujo es bien concreto. Una línea recta, horizontal, dibujada en un pedazo de papel, ya es el mar.
Adoro el blanco, la vida, calzar el bolso de explorador sobre los hombros del lector.
Viéndolo bien, en el fondo estoy de acuerdo con el Petit Larousse de 1961.
Mi desafío, mi batalla, mi placer, consiste entonces en demostrar que los "ilustrados" no ensucian a los niños.
Y ello me enorgullece desmesuradamente".

De "Derriere les fagots", de Edmond Baudoin:

No hay comentarios:

Publicar un comentario